Los síntomas aparecen hasta después de los 30 o 40 años.
Se describe como el desgaste cerebral que conlleva a la neurodegeneración progresiva que se manifiesta en disfunciones motoras, cognoscitivas y psiquiátricas, es decir; que un apersona con este trastorno no puede realizar actividades como hablar y al tragar cuando se ven afectados los centros de control motor o cognitivo, lo que causa debilidad muscular o falta de coordinación.